lunes, 23 de junio de 2008

Capitulo 1.


Es de noche y las estrellas titilan. No hay ninguna nube en el cielo y hoy comienza la luna creciente. El ambiente nocturno es fresco y esa es una buena señal.

ÉL es el hijo del mejor guerrero y de la mano derecha del jefe, el defensor de la aldea, y hoy es la noche de iniciación y gracias a su entrenamiento está listo para cualquier desafío. Su gente es poseedora de la fuerza de Noom-Yar el mítico y legendario defensor, mejor conocido como “Él monje”, pero la obtendrá hasta demostrar que la merece.

Durante el ritual, después de trivialidades simbólicas, el joven debe de escoger entre tres misiones, dos ya previstas o una al azar cuya travesía se decide con la primera señal que se presente. Sobre una mesa se encuentran tres sobres cerrados, el aspirante escoge la segunda opción y en medio de luces, tambores y música, el curandero lee con cansada voz una tarjeta.

- Para cuando cumplas ésta misión, deberás defender a tu pueblo de toda amenaza, y tendrás derecho a elegir a quién viva contigo en tu casa. Has de luchar contra un mal que se nos muestre en la primera señal. –

En ocasiones este proceso tarda hasta semanas, entonces es cuando tienen algún evento que les indica los pasos a seguir, así que inician el término de la ceremonia. ÉL se siente un poco decepcionado, espera que no le toque una misión sencilla, aunque no sabe si podría con una muy grande.


Al tocar los tambores una luz los ilumina y en el bosque cercano se escucha un estruendo mientras una bola de luz blanca aparece y desaparece en una explosión. Desde la luz, una figura de humano cae, se levanta y sólo para desplomarse de nuevo al suelo, como rendido de cansancio o caído en batalla.

De la mano de aquel que está tirado, salta una cosa de metal, como una pequeña araña que camina como borracha, y que al recuperarse brinca sobre el joven que se pone a prueba. Las patas metálicas se cierran sobre su dedo medio, en la mano izquierda y crean un anillo. La luz roja en medio del aro cambia a color amarillo y titubea varias veces quedando verde al final.

- ¿Qué está pasando? –

Pregunta Enésimo con un casi grito y se escucha un raro sonido que proviene del anillo mientras una extraña energía rodea su mano. El pueblo aunque civilizado es casi primitivo y sólo conoce energías simples como la solar y el fuego, por lo que se alarman y mientras unos cuchichean otros comienzan a correr al lado contrario de ahí. Ante la mirada espantada de ÉL, inesperadamente aumentan las emisiones y luego de que una luz aparece y lo encierra en un círculo, la misma se contrae con todo y el portador del artefacto, llevándoselo consigo.

- ¡Ah! ¡Curandero! ¿Qué le ha pasado? ¿Qué ha pasado aquí? – Pregunta el jefe.

- Es muy difícil de decir. Puede ser una explosión, como ocurrió allá.- con su mano señala hacia el bosque. - Pero al revés. O fue llevado a otro lado, como en las leyendas. –

- Pero eso es imposible. Ambas cosas lo son. –

- Pues según nuestros ancestros no, y lo acabamos de comprobar. –

Los pocos pobladores que quedan en el lugar no tienen una palabra que decir. El jefe piensa si esa fue la señal, o si lo volverán a ver algún día. Sólo el tiempo podría darles esa respuesta.